IGNÁC SEMMELWEIS
(Ignacio Semmelweis)
Nació el 1 de Julio de 1818 en Budapest (Hungria) y murió el 13 de Agosto de 1865 en Budapest.
Fue un médico húngaro de origen alemán que consiguió disminuir la tasa de mortalidad en un 70% por sepsis puerperal (una forma de fiebre puerperal: es una mutación séptica, localizada o generalizada, que se produce en los primeros 15 días del puerperio como consecuencia de las modificaciones y penetraciones que el embarazo y parto causan sobre el aparato genital) entre las mujeres que daban a luz en su hospital mediante la recomendación a los obstetras que se lavaran las manos con una solución de cal clurada antes de atender los partos.
En 1844 se licencia en Medicina. Al poco tiempo de empezar a trabajar en la Maternidad de Viena, Semmelweis comienza a observar con preocupación la alta tasa de mortalidad entre las parturientas, entre fuertes dolores, fiebre alta y una intensa fetidez. En este hospicio se disponía de dos salas de partos: una dirigida por el doctor Klein y otra por el doctor Bartch.
El de Klein es más frecuentado por los estudiantes de medicina, quienes atendían a las parturientas después de sus sesiones de medicina forense en el pabellón de anatomía. En cambio la sala de partos de Bartch es más utilizada por las matronas, pero cuando los estudiantes visitan su sala la mortalidad también aumenta en esta. Esto le lleva a formular la ingeniosa (y correcta) teoría de que los estudiantes transportan algún tipo de «materia putrefacta» desde los cadáveres hasta las mujeres, siendo ese el origen de la fiebre puerperal. De echo Klein llega a expulsar a 22 de sus estudiantes, quedándose con tal solo 20.
En octubre de 1846 decide instalar un lavabo a la entrada de la sala de partos y obliga a los estudiantes a lavarse las manos antes de examinar a las embarazadas. El doctor Klein se niega a aceptar esta medida y el día 20 de ese mes despide intempestivamente a su ayudante. A la espera de que Skoda le consiga una plaza en su hospital, emprende un viaje de dos meses por Europa. A la vuelta conoce la noticia de la muerte de Jakob Kolletschka, su amigo, profesor de anatomía, tras producirse una herida durante una disección y desarrollar unos síntomas similares a los de la fiebre puerperal. Este hecho le convence de que la causa son ciertos exudados presentes en los cadáveres.
Acabó falleciendo víctima de septicemia a los 47 años en un asilo y años después Luis Pasteur publicaría la hipótesis microbiana y Joseph Lister extendería la práctica quirúrgica higiénica al resto de especialidades médicas. Actualmente es considerado una de las figuras médicas pioneras en antisepsia y prevención de la infección nosocomial o iatrogenia.
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