viernes, 16 de octubre de 2015


¿FUIMOS A LA LUNA?


Principales pruebas que indican o suponen que el hombre no ha llegado a la Luna y por tanto, se trata de una conspiración.

-Que en la foto no se ven estrellas, y deberían verse.
-Las sombras no son paralelas la única fuente de luz era el sol
-La bandera ondea y en la Luna no hay viento.
-Los ordenadores de aquella época no eran lo suficientemente 'moderno' para poder ir.
-Los astronautas en la foto estaban iluminados hasta cuando estaban en la sombra.
-Un astronauta se afeito en el espacio y llego a la Tierra con bigote.
-Muchos astronautas han muerto en circunstancias extrañas.
-La foto de la huella en la piedra lunar es perfecta para que no haya humedad.
-¿Porque no hemos vuelto a ir?
- Puede ser todo un montaje grabado en un estudio.
-Que las rocas son falsas.
-Y al final por la política.


Rebate cada una de las misma tal como realiza el presentador del documental.

-(Cuando vemos fotos de la nasa, etc tampoco se ven las estrellas). Al fotografiar algo muy brillante no se ven las estrellas.
-Las sombras dependen de la fuente de luz o del relieve del terreno y desde donde las veamos.
-La bandera no ondea, la culpa la tiene una falsa película que lo hace creer.
-Como en la Luna no hay atmósfera las rocas son viejas.










miércoles, 14 de octubre de 2015



FOTOCIENCIA




EL REFLEJO DEL AGUA

En esta foto se aprecian los arboles reflejados en el agua. El reflejo en el agua se divide en tres partes, acorde a la luz que llega y se refleja. Para que el fenómeno se pueda llevar a cabo tiene que haber: 

- Una parte de esta luz tiene que ser absorbida en forma de calor por el agua 

- La segunda parte se trata de desviar el agua, más usualmente llamado refracción 

- La tercera parte consta de reflexión. En la superficie del agua cualquier cosa que se refleja tiende a realizar el efecto de espejo. 


Realizado por: María Medina, Isabel Rodriguez y Iratxe Reyes.

sábado, 3 de octubre de 2015


IGNÁC SEMMELWEIS
 (Ignacio Semmelweis)




Nació el 1 de Julio de 1818 en Budapest (Hungria) y murió el 13 de Agosto de 1865 en Budapest.

Fue un médico húngaro de origen alemán que consiguió disminuir la tasa de mortalidad en un 70% por sepsis puerperal (una forma de fiebre puerperal: es una mutación séptica, localizada o generalizada, que se produce en los primeros 15 días del puerperio como consecuencia de las modificaciones y penetraciones que el embarazo y parto causan sobre el aparato genital) entre las mujeres que daban a luz en su hospital mediante la recomendación a los obstetras que se lavaran las manos con una solución de cal clurada antes de atender los partos. 
En 1844 se licencia en Medicina. Al poco tiempo de empezar a trabajar en la Maternidad de Viena, Semmelweis comienza a observar con preocupación la alta tasa de mortalidad entre las parturientas, entre fuertes dolores, fiebre alta y una intensa fetidez. En este hospicio se disponía de dos salas de partos: una dirigida por el doctor Klein y otra por el doctor Bartch.
El de Klein es más frecuentado por los estudiantes de medicina, quienes atendían a las parturientas después de sus sesiones de medicina forense en el pabellón de anatomía. En cambio la sala de partos de Bartch es más utilizada por las matronas, pero cuando los estudiantes visitan su sala la mortalidad también aumenta en esta. Esto le lleva a formular la ingeniosa (y correcta) teoría de que los estudiantes transportan algún tipo de «materia putrefacta» desde los cadáveres hasta las mujeres, siendo ese el origen de la fiebre puerperal. De echo Klein llega a expulsar a 22 de sus estudiantes, quedándose con tal solo 20.
En octubre de 1846 decide instalar un lavabo a la entrada de la sala de partos y obliga a los estudiantes a lavarse las manos antes de examinar a las embarazadas. El doctor Klein se niega a aceptar esta medida y el día 20 de ese mes despide intempestivamente a su ayudante. A la espera de que Skoda le consiga una plaza en su hospital, emprende un viaje de dos meses por Europa. A la vuelta conoce la noticia de la muerte de Jakob Kolletschka, su amigo, profesor de anatomía, tras producirse una herida durante una disección y desarrollar unos síntomas similares a los de la fiebre puerperal. Este hecho le convence de que la causa son ciertos exudados presentes en los cadáveres.

Acabó falleciendo víctima de septicemia a los 47 años en un asilo y años después Luis Pasteur publicaría la hipótesis microbiana y Joseph Lister extendería la práctica quirúrgica higiénica al resto de especialidades médicas. Actualmente es considerado una de las figuras médicas pioneras en antisepsia y prevención de la infección nosocomial o iatrogenia.